A muchos trabajadores del campo de los Derechos Humanos se les ha denegado el permiso para
acceder a las cárceles estadounidenses e iraquíes. Al equipo de campo del Centro de Bagdad de
Derechos Humanos se le ha negado el acceso a la ciudad de Faluya. Un miembro del equipo fue
asaltado y los otros fueron expulsados.
Ali al-Shama, presidente de la Organización Iraquí de Derechos Humanos y tres miembros de la
misma fueron asesinados en su despacho. No faltaba nada del despacho lo que indica que los
criminales no eran ladrones sino que estaban en contra de la difusión de ideas y de la educación
Fuente: http://www.iraqsolidaridad.org/2004-2005/docs/econ_8-11-05.html
Raúl Contreras Sección 1 CRF.