viernes, 18 de febrero de 2011

La violación de Derechos Humanos en México

En México, la violación a los derechos humanos es cosa de todos los días; tanto, que incluso hemos llegado a considerarla normal e irreversible.

Según datos publicados por La jornada del 6 de noviembre, durante la presente administración, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió 308 recomendaciones a dependencias públicas como el IMSS (39), el ISSSTE (14), la SEP (13), la PGR (11) y la SSP federal (12), entre otras. Por primera vez en 15 años, la CNDH emitió 12 recomendaciones generales ante la persistencia generalizada de violaciones a los derechos humanos, como la tortura. Una y otra vez, organismos como la PGR y la Secretaría de Marina ignoraron dichas recomendaciones, lo que demuestra la tolerancia estatal respecto a este tipo de prácticas.

En este sexenio la CNDH recibió, en total, 58 663 escritos en los que se pide su intervención. De ese total, 23 696 correspondieron a quejas. Las más frecuentes de este sexenio se registran de esta manera:

• 7 570 por ejercicio indebido del cargo;

• 4 840 por prestación indebida del servicio público;

• 4 341 por ejercicio indebido de la función pública (detenciones arbitrarias, tratos degradantes, uso de la tortura, integración irregular de averiguaciones previas, cateos y visitas domiciliarias ilegales –todo lo que sucede hoy en Oaxaca-);

• 4 035 por negativa o inadecuada prestación del servicio público de salud;

• 3 076 por negativa al derecho de petición;

• 2 816 por la negativa o inadecuada prestación del servicio público de electricidad;

• 2 470 por detención arbitraria;

• 2 098 por negligencia médica;

• 1 077 por trato cruel y/o degradante;

• 1 499 por irregularidades en la integración de la averiguación previa;

• 1 429 por amenazas;

• 1 359 por cateos y visitas domiciliarias ilegales;

• 1 089 por imputación indebida de hechos;

• 1 050 por incumplimiento de prestaciones de seguridad social;

• 1 027 por dilación en el procedimiento administrativo;

• 921 por violación a los derechos de migrantes;

• 921 por dilación o negligencia administrativa en el proceso;

• 803 por negativa o inadecuada prestación del servicio público en materia de educación.
Por si estos datos no son suficientes, probaremos con algo más concreto:

• Las torturas –físicas y psicológicas- utilizadas como "recurso de investigación judicial" por parte de la autoridad. Pensemos por ejemplo en las mujeres violadas tras su detención en San Salvador Atenco; en los "desaparecidos" en el actual conflicto de Oaxaca; en los altermundistas de Guadalajara (detenidos durante la tercera Cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea, en mayo de 2004); en los mineros de Lázaro Cárdenas-Las Truchas (que no fueron uno o dos, como dijo el gobierno, sino "más de 20, que llegaron [en helicópteros de la armada] con tremendos boquetes en el cuerpo, producto de las balas expansivas utilizadas por el ejército", según relató el propio Jefe de Cirugía del hospital La Raza, del Seguro Social); en el secuestro de Lydia Cacho; en los inmigrantes detenidos en la frontera sur; en los reclusos y en un largísimo etcétera que incluye a numerosos disidentes políticos (como en la época de la Guerra Sucia ).
• Las esterilizaciones forzadas que funcionarios públicos de la salud practican a hombres y mujeres indígenas (amenazándoles con el retiro de apoyos de programas sociales si es que rechazan los tratamientos).

• Las violaciones a la libertad de expresión, especialmente, en tanto México se ha convertido en el segundo país más peligroso de América Latina para ejercer el periodismo.

• Los tratos crueles, inhumanos y degradantes por parte de servidores públicos. Bástenos pensar en nuestras visitas a la Compañía de Luz, por ejemplo, o en la prepotencia de la mayor parte de nuestra invaluable burocracia gubernamental.
• Las revisiones indignas de las que son objetos las personas que visitan a algún familiar recluido (que consisten en desnudar al sujeto, tocar sus partes íntimas y obligarlo a tomar posiciones denigrantes).

• Los feminicidios en Ciudad Juárez y, en general, las recurrentes violaciones a las garantías fundamentales de las mujeres (e inmigrantes, reclusos, niños y defensores de las garantías básicas -¿o en verdad creeremos que Digna Ochoa se suicidó?-).

Así pinta el panorama nacional en materia de Derechos Humanos. Es claro que faltan aquí numerosos casos, pero con esto basta para darnos una idea de la situación.


II

Dos días después de publicar las cifras, La jornada del 8 de noviembre publica dos artículos más en torno a la situación de los Derechos Humanos en México. Uno de ellos tiene por encabezado: Autoridades mexicanas toleran la tortura, denuncia la CNDH en Ginebra. En él se puede ver la manera en que nuestro querido México comienza ganarse su lugar (ya de manera clara) en la lista negra de países que toleran la violación a los Derechos Humanos. El otro lleva por encabezado: Gran déficit en derechos humanos en planteles educativos del país: expertos. El planteamiento principal del texto es la necesidad de incluir la reflexión en torno a esta materia dentro de los programas de enseñanza superior. De este modo se buscaría contrarrestar los efectos negativos que produce en los niños (y en sus padres) el hecho de, por ejemplo, no poder ingresar al colegio por no llevar tenis blancos, o bien, por no haber pagado la cuota requerida. ¿Se nos hace esto familiar?

En esta dirección http://www.un.org/spanish/aboutun/hrights.htm podrán encontrar la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Es un texto muy corto. Tengo la esperanza de que lo lean y lo reflexionen. Esto es importante, pues este país se desbarata poco a poco, y la manera de reconstruirlo no es sólo esperando o luchando por un buen gobierno (que nunca es garantía de nada), sino también mediante pequeñas acciones: primeramente, reformando nuestro propio comportamiento.




Raúl Contreras Sección 1 CRF.

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