domingo, 13 de marzo de 2011

Castigos colectivos (irak)

 

El Ejército estadounidense aplicó el método del castigo colectivo a civiles con el pretexto de

que combatientes de grupos armados vivían entre ellos. El Ejército estadounidense bombardeó

la ciudad de Faluya y asesinó a más de 700 personas en el mes de abril y a más de 1.200 durante

el asedio de noviembre. A las afueras de la ciudad, en la zona de al-Sajar, se ha descubierto una

fosa común con más de 400 cadáveres, incluidos los cuerpos de niños, mujeres y hombres

comprendidos en todos los grupos de edad. Los restos de otros cuerpos encontrados bajo las

ruinas fueron reunidos por el Ejército estadounidense y posteriormente trasladados a la zona de

al-Maqale, a las afueras de Faluya. Esta zona ahora está oficialmente cerrada. No se permite la

entrada a nadie. Los castigos colectivos también se impusieron a los ciudadanos de las ciudades

de al-Qaem y al-Karabela, sin discriminación entre jóvenes y ancianos. Antes de eso, durante la celebración de una boda en al-Qaem, murieron 41 personas tras ser bombardeados; la mayoría

mujeres y niños, además del novio, Mohammed Rakad al-Fahdawi y su hermano. 

 

El Ejército estadounidense bombardeó el pueblo de al-Bofraj, cerca de Ramadi (al oeste de Iraq)

con artillería pesada después de que una base militar estadounidense de la zona fuera atacada

por combatientes iraquíes. El bombardeo causó la muerte a tres ciudadanos; una mujer y un

niño resultaron heridos. 

 

Durante el quinto día de sitio, la ciudad de Ruwa (al oeste de Iraq) fue bombardeada

indiscriminadamente, lo que causó la huida de las familias. 

 

Durante el inicio del bombardeo indiscriminado contra Faluya la noche del 13 al 14 de octubre,

34 edificios fueron dañados. Según los centros médicos de la ciudad no hay cifra de víctimas

debido a que los bombardeos fueron en aumento y muchas de las víctimas estaban enterradas

entre las ruinas. 

 

Durante los ataques militares contra la ciudad de Hadiza, llevados a cabo por las fuerzas

estadounidenses e iraquíes, los civiles enviaron una carta pidiendo auxilio puesto que su ciudad

estaba considerada "abierta", y sus mujeres, niños y ancianos estaban siendo asesinados, entre

ellos el  sheik Ismael al-Rawi [asesinado] cuando salía de la mezquita al-Saif al-Haditha tras

celebrar la oración de la mañana. Las familias fueron desalojadas de sus casas, que convirtieron

en bases militares. Además, los ciudadanos fueron objeto de abusos e insultos por miembros de

la Guardia Nacional.
 
 
 

 

Fuente: http://www.iraqsolidaridad.org/2004-2005/docs/econ_8-11-05.html

Raúl Contreras Sección 1 CRF.

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