La mayor de las violaciones en este campo fue la prohibición de entrar en zona de conflicto
militar, donde un gran número de civiles aún estaba vivo, a los equipos de rescate y a los
equipos médicos, incluido el equipo de rescate enviado por el ministerio de Sanidad y los de las
organizaciones internacionales. El pretexto para la prohibición era la situación crítica de
inseguridad. Consiguientemente, a esos equipos se les impidió realizar la tarea de ayuda
humanitaria que necesitaban los civiles en las zonas de enfrentamiento entre el Ejército de
EEUU y los combatientes iraquíes. Esto, en sí mismo, en un crimen contra la Humanidad y un
crimen de guerra.
La ocupación del Hospital de Faluya el 17 de noviembre de 2004 durante el asalto de ese mes es
el ejemplo más sobresaliente de actos criminales de este tipo. No solo detuvieron al personal del
hospital y a los enfermos, sino que además la clínica dentro del Hospital fue bombardeada, y
varios pacientes y dos médicos fueron asesinados. El Hospital de al-Ahli (Hospital Jaled al-
Janabi) fue el primero en ser asaltado y posteriormente destruido. Además, algunos hospitales
en las ciudades de Hadiza, al-Qaem y Ramadi fueron ocupados para servir como bases militares
a los Ejércitos estadounidense e iraquí, sin dar posibilidades alternativas para la asistencia
sanitaria de las personas de esas ciudades.
La Oficina Nacional de Control de Drogas informó de un incremento en el narcotráfico, siendo
Bagdad y Kerbala son las ciudades con el mayor tráfico de drogas. Previamente, Iraq era
considerado únicamente un corredor para el tráfico de drogas, pero ahora se le considera un país
consumidor, con dos millones de adictos, entre ellos 780.000 escolares y estudiantes
universitarios.
En el período de tiempo comprendido entre julio de 2004 y julio de 2005 y julio de 2005, los
casos de cáncer de hígado han aumentado hasta causar 269 muertes, según el informe de un
hospital especializado en enfermedades del sistema digestivo y enfermedades del hígado. Esos
informes afirman además que desde el año 2003, más de 10.000 ciudadanos sufren cáncer de
hígado. El informe relaciona el incremento en el número de casos con la contaminación del agua
para el consumo en la mayor parte de las zonas de Bagdad y en otras regiones.
El 19 de julio de 2005, más de 30 médicos del hospital de Yarmuk [de la capital] fueron a la
huelga para exigir poder tratar a sus pacientes libremente, sin la continua amenaza de los
soldados iraquíes. La huelga causó que más de 100 pacientes no recibieran tratamiento médico
ese día. Los soldados iraquíes asaltaron la zona de mujeres del hospital y registraron a las
mujeres enfermas. Un joven medico presente protestó lo que causó que fuera maltratado y
amenazado por los soldados. Los soldados le golpearon en el estómago con sus pistolas y
entonces uno de ellos le apuntó con la pistola directamente al estómago con intención de
dispararle. Las familias de las pacientes intervinieron y sacaron de allí al médico. Sin embargo,
cuatro soldados le siguieron apuntándole con sus armas a la cabeza y ordenándole que rogara
por su vida. Sólo cuando el médico se arrodilló y pidió clemencia los soldados se marcharon.
El 26 de julio de 2005 miembros de la Guardia Nacional destruyeron la Unidad de Cuidados
Intensivos de la Ciudad Sanitaria [de Bagdad] y atacaron al personal médico, después de que
uno de sus colegas hubiera muerto a pesar de la atención médica que recibió. Los médicos
fueron a la huelga para protestar por la violación de sus derechos, los insultos de los que habían
sido objeto y por la destrucción de las dotaciones e instalaciones del hospital, debido a lo cual
otros pacientes ahora carecen de cuidados intensivos.
Tras los ataques militares contra la ciudad de Het y el sitio de esta ciudad durante más de diez
días, el director general del Hospital de Het fue detenido por el Ejército estadounidense.
El 18 de abril de 2004 fuerzas militares estadounidenses y de la policía iraquí asaltaron el
Hospital Yarmuk. Un enfermo, Abás Medat Mahmud, fue sacado de una operación quirúrgica
aduciendo que pertenecía a la resistencia. Este acto es una clara violación de las Convenciones
de Ginebra de 1949 en lo relativo al tratamiento de prisioneros de guerra y de los heridos.
El establecimiento de controles militares cerca de las carreteras de acceso a la clínica de la zona
de al-Hur Rajab, cerca de los límites de Bagdad, obligó al cierre de la clínica debido a las
dificultades causadas por este control militar que impide que médicos y personal sanitario
lleguen a la misma. Esta clínica tenía por tarea la distribución de medicamentos y otras
sustancias relacionadas con enfermedades crónicas, y su cierre causará la muerte de muchos

Fuente: http://www.iraqsolidaridad.org/2004-2005/docs/econ_8-11-05.html
Raúl Contreras Sección 1 CRF.
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