domingo, 13 de marzo de 2011

Torturas y violaciones de los Derechos Humanos en campos de detención y en cárceles

 

El número de iraquíes, de ambos sexos y de todas las edades, que han transitado por campos de

detención estadounidenses se estima que supera los 280.000. Los métodos de tortura y de

presión a los prisioneros para hacerles confesar acciones que no han cometido, tales como

unirse a la resistencia armada, o dar falsa información sobre otras personas varían mucho.

 

Los cuadros médicos militares estadounidenses extirpan órganos y partes del cuerpo de

prisioneros heridos antes de asesinarles, así como de prisioneros sentenciados a muerte. Esas

partes del cuerpo se venden a través de una red bien organizada en EEUU. Muchos cuerpos de

las víctimas asesinadas por las fuerzas estadounidenses carecían de órganos. Curiosamente, los

informes médicos certifican la muerte por causas naturales. 

 

Se ha informado de casos de detenidos afectados de tuberculosis en los calabozos del

departamento de Policía de Mosul. Las causas de la infección son el maltrato y la tortura física.

Cuatro prisioneros, de nombres Rafat, Azíz, Mansour, Marwan y otros tres más, estaban

afectados. Cuando los oficiales lo supieron, se dispuso su traslado a prisiones externas el 11 de

julio de 2005. 

 

Los cuerpos militares y de seguridad [iraquíes] están aplicando métodos de tortura que son más

brutales y sangrientos que los utilizados por las fuerzas de ocupación. Sin embargo, todavía se

aplican antiguos métodos de tortura tales como latigazos en la espalda con alambre de espino,

patear las zonas bajas del cuerpo, encadenar [a los prisioneros] utilizando cadenas de hierro y

dejando al torturado colgando de los barrotes [de la celda] o de las ventanas en posiciones

dolorosas durante largos períodos de tiempo, quemarles el cuerpo con cigarrillos, aplicar

descargas eléctricas a los detenidos, especialmente en los genitales, aislamiento en celdas tan

pequeñas que incluso sentarse es imposible, impedirles el sueño, [obligarles a] firmar

declaraciones sin darles permiso para leerlas. Las anteriores formas de tortura aumentaron para

incluir otras nuevas: perforaciones en el cuerpo y utilización de ácidos, como el ácido sulfúrico,

para quemar partes del cuerpo. Durante la tortura, a las víctimas se les promete que no sufrirán más tortura si confiesan haber cometido crímenes. Esos métodos se han utilizado en Mosul y en

otras zonas de Iraq. 

 

A pesar del decreto recientemente emitido por el Consejo de ministros presidido por el Dr. al-

Jafari, que prohibía la detención de cualquier persona sin una orden judicial, aún se siguen

llevando a cabo detenciones arbitrarias e injustificadas. Un ejemplo de esas detenciones

arbitrarias es el caso de dos hombres detenidos por la [denominada] Brigada Lobo (al-Theeb) en

Mosul. Los dos hombres llevan ahora detenidos alrededor de cinco meses, sin acusaciones o

pruebas contra ellos. Las confesiones se lograron mediante la tortura. Actualmente están

detenidos en la comisaría de policía de Mosul en Sirdab, después de haber pasado tres meses en

una prisión del distrito de al-Theeb y dos meses en la comisaría de Ninawa. 

 

Las fuerzas estadounidenses han convertido algunas instalaciones públicas fundamentales en

cuarteles y cárceles, como han hecho con la central eléctrica de al-Massen y la estación

depuradora de agua de al-Karkh en al-Taremiya, impidiendo por tanto que estas instalaciones

sean utilizadas por los ciudadanos iraquíes. 

 

El viceministro de Justicia iraquí, el juez Bosho Ibrahim, declaró el inicio de la construcción de

dos grandes cárceles en Iraq, con una capacidad [total] de 7.000 prisioneros, en consonancia con

la normativa internacional. La primera se construirá en Nasiriya y tendrá capacidad para 4.000

presos. La segunda se construirá en la zona de Bani Jan, en la provincia de Diyala, con

capacidad para 2.800 personas. Se ha previsto la construcción de una tercera prisión en el

castillo militar de Rania, en la provincia de Suleimaniya. Esas cárceles alojarán a prisioneros

sentenciados a cadena perpetua. Los planes parecen  indicar la intención de ir un paso más allá

en la detención de más iraquíes como apoyo a las campañas llevadas a cabo en nombre de la

lucha contra el terrorismo. Para más información se han aportando  200 millones de dólares

desde fuentes estadounidenses para la construcción de nuevas cárceles iraquíes. 

 

La misma fuente afirmó la existencia de 3.273 prisioneros y detenidos en las cárceles de

Bagdad; 2.140 en las cárceles de la zona centro [de Iraq] y 1.333 en las cárceles del sur.

Además, hay  180 detenidos en la cárcel de mujeres de al-Katemiya en Bagdad. No se puede

conseguir información sobre el número de prisioneros en las zonas del norte del país donde,

según fuentes periodísticas estadounidenses, un gran número de prisioneros está siendo retenido

y se están produciendo continuas violaciones con el conocimiento de las fuerzas

estadounidenses. 

 

En Faluya, el ulema A.A.S. fue detenido y torturado durante cuatro días por fuerzas de

seguridad al general del Mahdi al-Gharawi. El detenido fue posteriormente entregado a las

fuerzas estadounidenses, que le consideraron inocente de toda acusación y por tanto le pusieron

en libertad. Su testimonio y las marcas de tortura fueron registrados por el representante del

delegado en la región del ministro de Derechos Humanos. Este representante afirmó que más de

50 personas habían sido detenidas en Faluya en febrero y que la mayoría de ellas habían sido

torturadas y que solo fueron puestos una vez que las autoridades recibieron sobornos que iban

desde los 600 a los 1.200 dólares. 

 

Los prisioneros puestos en libertad de la cárcel de Campo Bucca, [al sur de] Basora, declararon

que el 29 de enero de 2005 las fuerzas estadounidenses asesinaron a cuatro prisioneros en la

cárcel y un quinto prisionero fue asesinado el 3 de febrero de 2005.

 

Además, las condiciones de salud de los prisioneros y de los detenidos son muy malas debido ya

que la mayoría de ellos son alojados en tiendas que no tienen las más mínimas condiciones

sanitarias que deberían tener. 

 Todo esto que está ocurriendo demuestra que se están produciendo muchos casos de asesinatos

extrajudiciales y que se están cometiendo muchos asesinatos arbitrarios, sin juicios. Esto se

demuestra por los largos períodos de detención sin que se celebre el juicio.

Fuente: http://www.iraqsolidaridad.org/2004-2005/docs/econ_8-11-05.html

Raúl Contreras Sección 1 CRF.

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